Anónima 1975 – 1980

Pero su verdadera personalidad se define y nos deleita desde sus composiciones más leves, estructuradas en grisuras y en malvas rosados; en esas figuras sin rostro y sin peso, aunque cargadas de expresión y humanidad. Son composiciones en las cuales un color predominante acoge suavemente en halos y en armonías a las restantes tonalidades que le orquestan y le potencian, para sentirse envueltas en las tenues claridades que desde aquél se expanden. Son lienzos en donde todo es grácil y pensativo, en donde una luz macerada bulle hasta en las sombras que en los cuerpos proyectan. Creaciones que yo veo construidas con la inteligencia y con el pensamiento, pero coloreadas con el corazón.

Algunas obras de esa etapa …

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